La economía circular y la bioeconomía, socios en la sostenibilidad europea

lunes, 24 de septiembre de 2018
  • Así se recoge en un nuevo informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente, en donde se defiende que, una colaboración más estrecha entre ambas agendas, especialmente en el diseño de productos e infraestructuras, posibilitaría un uso más eficiente de los recursos naturales.
  • Según este estudio, una visión circular y bioeconómica de los productos propiciaría un mayor aprovechamiento de los mismos y alargaría su vida útil y funcionalidad durante más tiempo.

El ineficiente uso de los recursos naturales en Europa exige la puesta en marcha de medidas que permitan racionalizar el consumo de los mismos y disminuir la presión sobre el medio ambiente.  

En este escenario, un nuevo informe de la EEA (Agencia Europea de Medio Ambiente) que lleva por título “La economía circular y la bioeconomía, socios en la sostenibilidad”, y que da continuidad a otros dos anteriores (“Economía circular en Europa: desarrollo de la base de conocimiento” y “Circular por diseño: productos en la economía circular”), defiende que la implementación conjunta de la economía circular y la bioeconomía podría dar respuesta a este desafío.

A través del mismo se muestra que las dos tienen objetivos comunes y áreas de intervención similares, como es el caso de los residuos alimentarios, la biomasa y los productos biológicos, por lo que un mayor vínculo y colaboración más estrecha entre ambas agendas, especialmente en diseño de productos e infraestructuras, resultaría muy positivo para la sostenibilidad europea.

Tal y como se recoge en el estudio, la demanda cada vez mayor de alimentos, piensos, biomateriales y recursos bioenergéticos podría empeorar la sobreexplotación de los recursos naturales. No obstante, si el problema se focaliza desde una visión circular y bioeconómica, daría como resultado un mayor aprovechamiento de los productos, alargando su vida útil y funcionalidad durante más tiempo.

El uso circular de la biomasa incluye, por ejemplo, la biorrefinería, la impresión en 3D con bioplásticos, cultivos de usos múltiples, mejor gestión de los residuos y tratamiento de los biorresiduos. Por su parte, los consumidores también pueden contribuir a una economía circular consumiendo menos proteínas de origen animal, evitando el desperdicio alimentario y participando activamente en los sistemas de recogida selectiva.

Fuente: Retema

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